Por Mariella Sausa (msausa@peru21.com)
Cuota de género se cumple a medias, pues las organizaciones políticas colocan a las mujeres en las peores posiciones de las listas.
El voto de las mujeres en el Perú es el más fuerte. Al sobrepasar el 50% de la población electoral, se podría decir que ellas deciden a favor de quién se inclina la balanza en una elección. Sin embargo, a la hora de acudir a las urnas, las mujeres no logran ni la mitad de esa representatividad.
Actualmente, solo el 4% de los 1,647 alcaldes distritales que existen en el país son mujeres, y el 5% de los 195 municipios provinciales está dirigido por una mujer. En los 25 gobiernos regionales no hay ninguna presidenta regional, y todo parece indicar que la situación no cambiará tras los comicios municipales del 5 de octubre.
Las cifras del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) son evidentes: solo 23 mujeres –frente a 289 hombres– postulan para alcanzar una presidencia regional. Asimismo, 155 mujeres se enfrentan a 1,769 varones por las alcaldías provinciales, mientras que a las alcaldías distritales postulan 889 mujeres y 10,944 varones.
Sin embargo, a nivel general, la cifra de mujeres que logra convertirse en autoridades ronda el 24%, aunque aquí se incluyen a alcaldesas, regidoras, congresistas, consejeras regionales, entre otras.
CUOTAS A MEDIAS
En el Perú, desde 1997, está vigente la ley de la cuota de género, que indica que las listas de candidatos deben incluir un 30% de mujeres o varones para los casos de regidurías o consejos regionales. La ley electoral no se aplica para el puesto de alcalde y, por ello, son muy pocas las listas que incluyen a una mujer como cabeza de fórmula.
La coordinadora del programa Mujer e Inclusión Ciudadana del JNE, Enith Pinedo Bravo, señaló a este diario que, aunque la cuota de género se está cumpliendo, en estos comicios municipales no se está aplicando como se debería, pues la mayoría de partidos políticos incluye la cifra mínima de candidatas y las ubica en los últimos lugares de la lista, con lo cual se reducen las posibilidades de ser elegidas.
Para poner un ejemplo, tomemos el caso de la Municipalidad de Lima, donde se elegirá a 39 regidores. Allí la cuota mínima de mujeres es de 12 candidatas y, en promedio, las organizaciones han incluido en su lista solo a 16 mujeres postulantes.
Además, según cifras del JNE, en promedio, solo tres mujeres son ubicadas en el tercio superior de la lista, mientras que, en la primera mitad, hay un promedio de siete mujeres. “La situación se presenta, precisamente, porque las agrupaciones políticas relegan a las mujeres aprovechando que la ley peruana no establece un orden”, dijo Pinedo.
La funcionaria informó que en otros países de Latinoamérica, como Ecuador o Bolivia, la cuota de género alcanza el 50% de la lista. Además, también se aplica la alternancia, con lo cual en las listas se debe colocar obligatoriamente a un candidato hombre tras una mujer para así dar igualdad de oportunidades en la elección.
ACOSO POLÍTICO
Hay más factores que limitan la participación de la mujer en la vida pública. Diana Chávez, especialista en género y política de la Asociación Civil Transparencia, señaló que otra variable es el acoso político. Una investigación de dicha organización recogió el testimonio de 51 candidatas que fueron acosadas por su género. Más de la mitad de estas situaciones de abuso se presentaron en órganos del Estado.
“Encontramos casos en municipalidades, en gobiernos regionales y, sobre todo, en universidades públicas. La intención era frenar o disminuir a las mujeres para que no ejerzan sus derechos políticos, ya sea fiscalizando, investigando o liderando grupos de trabajo”, sostuvo Chávez.
Entre las denuncias más fuertes, se revelaron casos de autoridades golpeadas, amenazas o acosadas por sus superiores, además de la difamación de índole sexual. “Debido a situaciones como estas, muchas mujeres optan por abandonar la función pública. En la mayoría de casos porque el ambiente político donde desempeñaron sus funciones era demasiado hostil y no les daban oportunidad de desarrollo”, agregó.
Chávez lamentó que el proyecto de ley 1902 de acoso político, que permite luchar contra esta situación y evita todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres, fuera dejado de lado por la Comisión de Constitución del Congreso, pese a que se presentó en 2012.
Para garantizar el acceso de la mujer en la política, la Defensoría del Pueblo ha formado una mesa de trabajo, desde la cual se hace seguimiento a la cuota de género y se evalúan los casos de discriminación.
Carolina Garcés, adjunta para los derechos de la mujer, señaló que existen varias propuestas sobre la alternancia para que las listas incluyan a las mujeres en igualdad de condiciones que los varones. Lo más importante es que exista la voluntad política para que las leyes se cumplan. “Solo así se permitirá que más mujeres se animen a seguir participando en política”, subrayó.
Fuentehttp://peru21.pe/
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