Lo llaman el 'delito invisible', también 'la esclavitud del siglo XXI'. Sea cual sea el eufemismo que se use, la trata de personas representa uno de los delitos más graves que se cometen en el Perú y tiene entre sus principales víctimas a niños y adolescentes.
Según estadísticas del Ministerio Público, los menores representan el 60% de las víctimas de este flagelo en nuestro país, donde el 90% son mujeres y en su mayoría provincianas.
La Dirección de Investigación de Trata de Personas (Dirintrap) de la PNP y la Fiscalía Especializada son las dos instituciones que trabajan de manera conjunta para combatir esta práctica criminal.
El delito "invisible"
En lo que va del 2016, la Dirintrap ha rescatado a más de una decena de menores, la mayoría víctimas de explotación sexual y laboral. Entre el 2014 y 2015, el número de menores rescatados por esta unidad fue de 162, según el Registro y Estadística del delito de Trata de personas y afines (RETA-PNP).
No obstante, el Ministerio del Interior informó que sumando el trabajo de otras dependencias, entre esos dos años (2014-2015) se rescató a 900 menores. Pero el número real de víctimas es incalculable. Esa es la razón por la que se conoce a la trata de personas como el 'delito invisible'.
"La trata está relacionada con otras actividades ilícitas, como el narcotráfico o la minería ilegal. Cuando las víctimas son menores de edad, es incluso más complicado identificarlas, porque no denuncian y muchas veces no son conscientes de su situación", explica el general PNP Óscar Gonzales, director de la Dirintrap.
Según Gonzales, resulta fundamental el trabajo de inteligencia que realizan sus efectivos. "Solo así podemos intervenir al delincuente y rescatar a las víctimas. Determinar la flagrancia en este tipo de delitos requiere de un trabajo minucioso", comenta.
MENORES VULNERABLES
En la trata de personas existen básicamente cinco modalidades: explotación sexual, explotación laboral, mendicidad, tráfico de niños y tráfico de órganos. La explotación sexual es la más común y dentro de ella se ubican la prostitución y la pornografía infantil.
La mayoría de víctimas rescatadas el 2015 fueron por explotación sexual, todas mujeres. Ese año, la prostitución lo más común y el rescate más importante ocurrió en Madre de Dios, durante una intervención a los campamentos de minería ilegal en el sector conocido como La Pampa.
La semana pasada, tres adolescentes de entre 15 y 16 años fueron rescatadas en locales nocturnos en Huachipa y San Juan de Lurigancho, donde ejercían la prostitución. Siete sujetos las trajeron con engaños de provincia y las retenían contra su voluntad.
Padres 'cómplices'
Pero no solo son niñas. Los varones también son captados por mafias que encuentran en ellos mano de obra barata. Un caso emblemático ocurrió en setiembre pasado, cuando 8 menores fueron rescatados de la fábrica de papel Converflex, en Ate-Vitarte, donde trabajaban y vivían.
A inicios de este mes, en Surquillo, la Dirintrap rescató a 5 menores provenientes de Huancavelica. Ellos pedían dinero en los vehículos ordenados por el vendedor de llaveros Juan Manuel Ortega Bravo (40), quien fue detenido.
"Este caso es peculiar, porque los niños llegaron a Lima autorizados por sus padres, que veían normal esta actividad. Para ellos es un ingreso extra durante las vacaciones escolares, pero no se dan cuenta de que esto es ilegal", explica el jefe de la Dirintrap.
Claves
De acuerdo a la Ley N° 28950, las condenas por trata de personas van desde los 8 hasta los 15 años de prisión.
En la modalidad de trata de personas agravada, las penas fluctúan entre los 12 y 20 años de cárcel.
Solo en casos especiales, la condena puede llegar incluso a 25 años.
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